Motivaciones:
El estudio arqueológico de conflictos bélicos pasados ha tenido un fuerte
desarrollo en los últimos años. Este cambio que venimos observando queda
evidenciado a través de la creación de un número creciente de publicaciones
científicas, incluyendo una revista expresamente dedicada al tema (Journal of
Conflict Archaeology), una serie regular de conferencias (como la Fields of
Conflict Conference, de carácter bianual), y un grupo de trabajo académico
dentro del ámbito europeo (ESTOC, European Studies of Terrains of Conflict).
Por otra parte, este interés en un análisis científico y civil de la guerra,
incluyendo causas, consecuencias y restos materiales, no tiene aún la misma
importancia en Europa que en los países de tradición anglosajona. En este
contexto internacional, la presencia de investigadores del estado español es
muy escasa debido a la desconexión existente entre los diferentes trabajos que
se están realizando en la actualidad. El amplio abanico temporal que estos
trabajos abarcan (desde la Prehistoria hasta la contemporaneidad) no facilita
una relación estrecha entre los distintos grupos de investigación, que
frecuentemente están más vinculados a investigadores de su mismo periodo.
Adicionalmente, las metodologías desarrolladas para investigar algunos
de estos hechos no son excesivamente conocidas en el ámbito académico de
las universidades españolas. A diferencia de la arqueología de asentamientos,
en un campo de batalla no siempre se encuentran estructuras perdurables, ya
que los eventos que en él ocurrieron tuvieron una duración reducida, que
puede ir desde unas horas a pocos meses. Por ese motivo se han desarrollado
nuevas técnicas de excavación que ponen especial énfasis en el análisis
geoespacial de los materiales de la batalla a partir de plataformas GIS
(Geographical Information Systems).
La arqueología de campos de batalla, por otra parte, es una nueva
fuente de datos que puede aportar un conocimiento muy relevante en
conjunción con otro tipo de información, como por ejemplo fuentes textuales,
cartografía y fotografías. En este sentido los equipos de investigación tienden a
ser multidisciplinares (arqueólogos, historiadores, geólogos, informáticos, etc.),
y sus resultados suficientemente completos.
Finalmente, hemos de tener también en cuenta que las guerras no se
han luchado tan sólo en campos de batalla, y por ese motivo la arqueología del
conflicto se extiende a otras áreas de la disciplina que también nos pueden
ofrecer datos reveladores. Algunas de estas áreas son la excavación de fosas
comunes (provenientes de una batalla u otras causas), el estudio
geoarqueológico de fortificaciones y trincheras, los estudios sobre el patrimonio
resultante o la memoria que perdura de estos eventos.
El estudio arqueológico de conflictos bélicos pasados ha tenido un fuerte
desarrollo en los últimos años. Este cambio que venimos observando queda
evidenciado a través de la creación de un número creciente de publicaciones
científicas, incluyendo una revista expresamente dedicada al tema (Journal of
Conflict Archaeology), una serie regular de conferencias (como la Fields of
Conflict Conference, de carácter bianual), y un grupo de trabajo académico
dentro del ámbito europeo (ESTOC, European Studies of Terrains of Conflict).
Por otra parte, este interés en un análisis científico y civil de la guerra,
incluyendo causas, consecuencias y restos materiales, no tiene aún la misma
importancia en Europa que en los países de tradición anglosajona. En este
contexto internacional, la presencia de investigadores del estado español es
muy escasa debido a la desconexión existente entre los diferentes trabajos que
se están realizando en la actualidad. El amplio abanico temporal que estos
trabajos abarcan (desde la Prehistoria hasta la contemporaneidad) no facilita
una relación estrecha entre los distintos grupos de investigación, que
frecuentemente están más vinculados a investigadores de su mismo periodo.
Adicionalmente, las metodologías desarrolladas para investigar algunos
de estos hechos no son excesivamente conocidas en el ámbito académico de
las universidades españolas. A diferencia de la arqueología de asentamientos,
en un campo de batalla no siempre se encuentran estructuras perdurables, ya
que los eventos que en él ocurrieron tuvieron una duración reducida, que
puede ir desde unas horas a pocos meses. Por ese motivo se han desarrollado
nuevas técnicas de excavación que ponen especial énfasis en el análisis
geoespacial de los materiales de la batalla a partir de plataformas GIS
(Geographical Information Systems).
La arqueología de campos de batalla, por otra parte, es una nueva
fuente de datos que puede aportar un conocimiento muy relevante en
conjunción con otro tipo de información, como por ejemplo fuentes textuales,
cartografía y fotografías. En este sentido los equipos de investigación tienden a
ser multidisciplinares (arqueólogos, historiadores, geólogos, informáticos, etc.),
y sus resultados suficientemente completos.
Finalmente, hemos de tener también en cuenta que las guerras no se
han luchado tan sólo en campos de batalla, y por ese motivo la arqueología del
conflicto se extiende a otras áreas de la disciplina que también nos pueden
ofrecer datos reveladores. Algunas de estas áreas son la excavación de fosas
comunes (provenientes de una batalla u otras causas), el estudio
geoarqueológico de fortificaciones y trincheras, los estudios sobre el patrimonio
resultante o la memoria que perdura de estos eventos.
Objetivos:
El objetivo básico de esta sesión centrada en la arqueología del conflicto
es crear una visión panorámica de los trabajos que se están realizando en este
campo. Desde el punto de vista científico será interesante reunir investigadores
que trabajen sobre diferentes épocas a fin de detectar puntos de contacto entre
los diversos conflictos facilitado por la perspectiva diacrónica.
Como campo del conocimiento emergente, la arqueología del conflicto
no tiene aún un marco teórico y metodológico definido. Por ese motivo el
segundo objetivo de la sesión es el debate sobre las diferentes técnicas que
pueden ser usadas por el arqueólogo en un yacimiento de estas
características. La multitud de técnicas aplicadas en el estudio de campos de
batalla (incluyendo GIS, pero también prospección con detectores de metales y
GPS, excavación de trincheras, etc.) pueden ser apropiadas para más de una
época, y por tanto se nos revela como necesaria la puesta en común de las
diferentes investigaciones.
Además de estos objetivos teóricos, en la sesión también se mostrarán
casos de estudio concretos. Desde la Prehistoria a la Guerra Civil en la
Península Ibérica ha habido innumerables conflictos que, inevitablemente, han
generado campos de batalla, que tan sólo en los últimos tiempos están siendo
considerados yacimientos arqueológicos. Por este motivo la presentación de
los trabajos que en ellos se estén realizando es fundamental de cara a recordar
la importancia de estos hechos, tanto para el trasfondo histórico de los
gobiernos involucrados como, especialmente, para la gente que sufrió el
conflicto, sean éstos civiles o combatientes.
Finalmente la sesión pretende mostrar al resto de investigadores qué es
la arqueología del conflicto. Al tratarse de una metodología nueva y con una
parte importante de trabajos relacionados con época moderna y
contemporánea, no siempre los resultados de estas investigaciones llegan al
resto de investigadores de otras áreas de la disciplina arqueológica. Por ese
motivo creemos importante concentrar todos los trabajos en una reunión
unificada que muestre tanto las distintas metodologías usadas como sus
resultados. Además, pretendemos que el debate generado responda a muchas
de las preguntas que nos planteamos y que plantee otras nuevas que sirvan de
acicate para la continuación de la investigación arqueológica, tanto en esta
área como en otras.
El objetivo básico de esta sesión centrada en la arqueología del conflicto
es crear una visión panorámica de los trabajos que se están realizando en este
campo. Desde el punto de vista científico será interesante reunir investigadores
que trabajen sobre diferentes épocas a fin de detectar puntos de contacto entre
los diversos conflictos facilitado por la perspectiva diacrónica.
Como campo del conocimiento emergente, la arqueología del conflicto
no tiene aún un marco teórico y metodológico definido. Por ese motivo el
segundo objetivo de la sesión es el debate sobre las diferentes técnicas que
pueden ser usadas por el arqueólogo en un yacimiento de estas
características. La multitud de técnicas aplicadas en el estudio de campos de
batalla (incluyendo GIS, pero también prospección con detectores de metales y
GPS, excavación de trincheras, etc.) pueden ser apropiadas para más de una
época, y por tanto se nos revela como necesaria la puesta en común de las
diferentes investigaciones.
Además de estos objetivos teóricos, en la sesión también se mostrarán
casos de estudio concretos. Desde la Prehistoria a la Guerra Civil en la
Península Ibérica ha habido innumerables conflictos que, inevitablemente, han
generado campos de batalla, que tan sólo en los últimos tiempos están siendo
considerados yacimientos arqueológicos. Por este motivo la presentación de
los trabajos que en ellos se estén realizando es fundamental de cara a recordar
la importancia de estos hechos, tanto para el trasfondo histórico de los
gobiernos involucrados como, especialmente, para la gente que sufrió el
conflicto, sean éstos civiles o combatientes.
Finalmente la sesión pretende mostrar al resto de investigadores qué es
la arqueología del conflicto. Al tratarse de una metodología nueva y con una
parte importante de trabajos relacionados con época moderna y
contemporánea, no siempre los resultados de estas investigaciones llegan al
resto de investigadores de otras áreas de la disciplina arqueológica. Por ese
motivo creemos importante concentrar todos los trabajos en una reunión
unificada que muestre tanto las distintas metodologías usadas como sus
resultados. Además, pretendemos que el debate generado responda a muchas
de las preguntas que nos planteamos y que plantee otras nuevas que sirvan de
acicate para la continuación de la investigación arqueológica, tanto en esta
área como en otras.
Puntos de discusión:
¿Qué metodologías se pueden usar en la arqueología del conflicto?
¿Qué tipo de información podemos recoger de un campo de batalla, de
una trinchera, de un refugio?
¿Existen conexiones entre conflictos de diferentes épocas?
¿Se puede detectar algún tipo de patrones de regularidad en batallas de
una misma contienda?
¿Qué significados se le da a la guerra en diferentes contextos?
¿Qué datos nos revelan los yacimientos estudiados que no observamos
en otras fuentes?
Utilidad de la arqueología del conflicto en la sociedad actual.
Si estás interesado en formalizar una propuesta de participación para
esta sesión, ponte en contacto con los coordinadores de sesión:
Coordinadores de la sesión:
Xavier Rubio Campillo [xrubio@ub.edu]
Investigador grupo DIDPATRI (Didáctica y Patrimonio) de la Universitat de
Barcelona.
Passeig de la Vall d’Hebron núm.171, edificio de Llevant, 1er piso, despacho
115 - 08035, Barcelona.
Teléfono de contacto: 669 958 514
Manuel Sánchez-Elipe Lorente [manuel.sanchezelipe@gmail.com]
Doctorando del departamento de Prehistoria de la Facultad de Geografía e
Historia de la Universidad Complutense de Madrid.
Avda. del profesor Aranguren s/n - 28040, Madrid.
Teléfono de contacto: 660 674 844
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